enero 31, 2009

Insípido

Leer este blog y no dejar comentarios es como tener relaciones sexuales y no terminar.

Sin malos entendidos

Tus facultades no son mis carencias, ni te hace falta lo que a mi me sobra.
Que yo sea poeta no te hace mi inspiración y que vos me inspires no me hace poeta.
Aclaremos las cosas: Ni yo soy poeta ni vos servis de inspiración.

enero 30, 2009

Después no digas que no te dije...

Yo no cuento obejas para dormir, no rezo antes de comer ni creo que todos los políticos mienten.
No leo todos los correos que me envían, no siempre me despierto con una sonrisa y lo primero que abro cuandio enciendo la computadora es el reproductor de música.
Yo no me quejo todos los días del pais en que vivimos, no canto el himno nacional a diario y no siempre les digo a las personas que me importan cuanto las quiero.
No siempre me levanto con el pie derecho, de hecho no se con que pie me levanto y no se si levantarme con el pie izquierdo sea malo ya que soy zurdo.
Yo no tengo in iPod, no sueño con tener una hummer y me encantan los videojuegos.
No tomo café, no siempre me cepillo los dientes 3 veces al día y tengo algunas peliculas pirateadas que jamás he visto, ni las veré.
No busco ser famoso, disfruto de una buena conversación y rio con facilidad cuando quiero.
Se lo que es el sarcasmo y lo uso con frecuencia, confio en el 99% de la gente y no me explico ¿de qué esta llena la luna cuando se ve toda?
Yo se quién es Bill Gates, nunca ví una película de Shrek y me gusta el té de canela... con leche.
Yo no vivo en una gran ciudad ni soy sofisticado, prefiero adidas antes que nike y no admiro al Che Guevara.
De niño dormía con la luz encendida, no soy un ateíto de mierda que se la pasa negando a Dios y generalmente sigo mis convicciones.
Yo no busco perfección, no me gustán las mujeres con el cabello muy largo, y no busco a alguien que me entienda, para eso están los psicólogos...

Ser alguien no basta (III)

Y… el mundo estaba expectante, en silencio, despreocupado de si mismo y prestando toda la atención posible. Un nuevo espectáculo, un nuevo motivo de distracción, una nueva manera de liberar estrés, alguien más a quien criticar y sobre todo algo nuevo para una vista cansada de las mismas imágenes rutinarias.

El mundo frente a sus ojos tenia la timidez de Bizarrin, su inexperiencia y veia en él una presa fácil de devorar por sus ansias egoístas y sus hambres llevar una vida estática, una vida estándar sin sobresaltos ni sorpresas.

Bizarrin, el torpe payaso Bizarrin hacia torpemente sus trucos provocando risas, enojos, decepciones y uno que otro sentimiento de lástima.

Bizzarin, el payaso Bizarrin efectuaba mediocremente sus trucos provocando poca admiración, decepciones, enojo y uno que otro sentimiento de duda… ¿Por qué insiste si es tán malo?

Bizarrin, el payaso Bizarrin ejecutaba con destreza sus trucos provocando admiración, fanatismo y uno que otro sentimiento de envidia.

Bizarrin, el artista Bizarrin, un maestro en la ejecución de trucos y malabarismos nunca antes vistos, nunca defraudaba a su público, siempre un innovador. Motivado por una fuerza mayor, Sebastián y las vidas que de él dependen. Un total ejemplo de perseverancia, necedad y de que las cosas se pueden lograr.

Así fue, el fanatismo por Bizarrin crece en una sociedad necesitada de ídolos, en donde cualquier piedra es un monolito y cualquier persona que logra salir adelante de entre tantos mediocres es digna de un reconocimiento, veneración y hasta adoración.

El problema con el ídolo Bizarrin, es Sebastián, el padre que perdió de vista su objetivo de sobrevivir, que alcanzo mucho mas y que ahora se encontraba en un mundo que siempre esperaba cosas nuevas de él, una sociedad insaciable y sin memoria capaz de olvidarlo de un día para otro y darle la espalda para apoyar un entretenimiento mas nuevo.

Sebastián desaparecía y a Bizarrin no le funcionaron mas los trucos, era torpe, un payaso nada fuera de lo común. Sentía una sensación en su espina dorsal, cedía ante ella y las cosas no funcionaron.

Una vez más, conoció lo que es tocar fondo…

enero 13, 2009

La diferencia entre vivir y sobrevivir (I)

Una ciudad cotidiana, llena de pensamientos grises y con más niños que árboles. En donde las personas son felices sobreviviendo porque para ellos buscar calidad de vida es voracidad y la voracidad amigos míos es pecado, una ciudad en donde las clases no se mezclan y todas las oportunidades son desiguales y limitadas por un sistema que no permite sorpresas, que rige la vida entera de las personas aun antes de que nazcan.
Una ciudad con una iglesia católica por barrio y cuatro iglesias evangélicas por cada iglesia católica, en donde en cada esquina se predica un credo diferente y en donde todos son verdaderos y todos falsos.
Y la historia comienza en uno de esos barrios, simples, sencillos con mas historia que presente y con mas sexo que amor. Un barrio pintoresco, fértil en donde en cada acera crecen plantas, las cuales serán luego comidas por perros callejeros con malestar estomacal por comer cualquier mierda que despues defecaran sobre las plantas para mantenerlas vivas formando así un curioso ecosistema.
En este barrio cercado por grandes avenidas de numerosos carriles nace Sebastian, un niño normal como todos los demás... que creció en un hogar en el cual lo único que nunca hizo falta fue la fe y con ese principio como bandera formó su propio hogar. Con 2 pequeños y ningún futuro prometedor y una mujer con la cual esta más por costumbre que por amor.
Así transitan los días, las semanas y los años en la rutinaria vida estática de Sebastian, una vida que puede estar igual o peor porque no hay esperanza para la mejoría, y asi... las cosas se complican cuando pierde su trabajo, un trabajo de por si poco digno pero que alcanzaba para llevar una minima ración de esperanza a su hogar.
Ese día estuvo cerca de abandonarlo todo, de no seguir en pie, de huir del mundo y de hacer que el mundo se olvide completamente de su existencia… perdió el trabajo y perdió también toda relación con el mismo, toda esperanza, el sentido de la vida y las ganas se continuar en esta…
Llego con esa idea al calor de su húmedo hogar, y comprendió que tenia dos motivos para seguir sobreviviendo, dos pequeños motivos para no decaer y comprendió que si el moría toda su familia moría con el. Entendió en ese momento que vivir no es lo mismo que esperar la muerte, se vió entonces con la necesidad de cambiar.