Una ciudad cotidiana, llena de pensamientos grises y con más niños que árboles. En donde las personas son felices sobreviviendo porque para ellos buscar calidad de vida es voracidad y la voracidad amigos míos es pecado, una ciudad en donde las clases no se mezclan y todas las oportunidades son desiguales y limitadas por un sistema que no permite sorpresas, que rige la vida entera de las personas aun antes de que nazcan.
Una ciudad con una iglesia católica por barrio y cuatro iglesias evangélicas por cada iglesia católica, en donde en cada esquina se predica un credo diferente y en donde todos son verdaderos y todos falsos.
Y la historia comienza en uno de esos barrios, simples, sencillos con mas historia que presente y con mas sexo que amor. Un barrio pintoresco, fértil en donde en cada acera crecen plantas, las cuales serán luego comidas por perros callejeros con malestar estomacal por comer cualquier mierda que despues defecaran sobre las plantas para mantenerlas vivas formando así un curioso ecosistema.
En este barrio cercado por grandes avenidas de numerosos carriles nace Sebastian, un niño normal como todos los demás... que creció en un hogar en el cual lo único que nunca hizo falta fue la fe y con ese principio como bandera formó su propio hogar. Con 2 pequeños y ningún futuro prometedor y una mujer con la cual esta más por costumbre que por amor.
Así transitan los días, las semanas y los años en la rutinaria vida estática de Sebastian, una vida que puede estar igual o peor porque no hay esperanza para la mejoría, y asi... las cosas se complican cuando pierde su trabajo, un trabajo de por si poco digno pero que alcanzaba para llevar una minima ración de esperanza a su hogar.
Ese día estuvo cerca de abandonarlo todo, de no seguir en pie, de huir del mundo y de hacer que el mundo se olvide completamente de su existencia… perdió el trabajo y perdió también toda relación con el mismo, toda esperanza, el sentido de la vida y las ganas se continuar en esta…
Llego con esa idea al calor de su húmedo hogar, y comprendió que tenia dos motivos para seguir sobreviviendo, dos pequeños motivos para no decaer y comprendió que si el moría toda su familia moría con el. Entendió en ese momento que vivir no es lo mismo que esperar la muerte, se vió entonces con la necesidad de cambiar.
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4 comentarios:
Mis puntos:
1. no hay trabajo indigno, quiza la prostitución pero tengo ciertas dudas.
2. Que mierda eso de que sólo cuando te vez en la mierda queres mejorar.
3. VIVIMOS EN UNA SOCIEDAD DE DOBLE MORAL, en donde como decis vos.. todos verdaderos y falsos, SON UNA MIERDA, Y AVECES SOMOS. la mara QUE NO DEJA VIVIR A LA MARA EN PAZ COMO SE LE RONQUE EL CULO.. NO!.. AHI VA LA TROMPA A CRITICAR A JUZGAR, por que? simplemente por intolerantes y prejuciosos que no aceptan /mos una forma de vida diferente a la nuestra o a la que estamos acostumbrados a ver vivir.
4. Soy descaradamente católica y mi mejor amiga es mormona.. so whats the deal con las iglesias no catolicas?.. por lo menos estan buscando a Dios, lástima que sea muchas veces a travez de un estafador.
y Sebastian....que le haga huevos vaaa..por lo menos tiene motivos para vivir.. he conocido gente que se queda sin ellos.. y puff desaparecen... por voluntad propia.
SOKE!.. COOL tu texto
your blog is feel good......
Chio:
Yo no soy descaradamente católico, jeje solo soy católico pero si creo en Dios. Mi punto de las iglesias es puramente descriptivo, y pues lo puse hace porque en la mayoria de colonias que conozco es asi, iglesias con un fin comun pero con metodos diferentes... cada una con el verdadero y a la vez el falso.
Considero que ya comprendí tu punto.. de igual forma.. me agrada la historia.. =)
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